Inventan un robot realmente sorprendente, es tan ágil como una ardilla
El nuevo robot Salto combina biomimética e ingeniería avanzada para lograr una movilidad sin precedentes en superficies estrechas, abriendo nuevas posibilidades para futuras aplicaciones de rescate y exploración

Investigadores de la Universidad de California en Berkeley han desarrollado un robot cuya capacidad para saltar y mantener el equilibrio imita los movimientos de una ardilla. Este autómata representa un avance significativo en la robótica biomimética, un campo donde los ingenieros buscan soluciones inspiradas en la naturaleza para resolver problemas tecnológicos que parecían imposibles hasta hace poco.
Según informa TechEblog, el robot bautizado como Salto (acrónimo de "Saltatorial Agile Locomotion on Terrain Obstacles") ha sido diseñado para saltar y aterrizar en superficies estrechas. Los creadores Justin Yim y Eric Wang rediseñaron las patas del dispositivo para incorporar fuerzas ajustables que complementan el volante de inercia, elemento clave para su estabilidad.
Un diseño revolucionario que podría transformar las operaciones de rescate
La combinación de pinzas abiertas en los pies y un volante de inercia permite a Salto realizar hazañas sorprendentes. Este pequeño saltarín puede mantener el equilibrio en superficies estrechas, incluso sin agarrarse. Esta característica resulta valiosa para futuras aplicaciones en entornos de difícil acceso o áreas devastadas por desastres naturales.
El profesor Robert Full, experto en biología integrativa y coautor del proyecto, eligió las ardillas como modelo por su agilidad natural insuperable. Otros proyectos recientes han mostrado robots aprendiendo tareas no programadas, pero ninguno había logrado replicar la movilidad de estos roedores en entornos complejos.
Las aplicaciones prácticas abarcan desde inspección de estructuras inestables hasta operaciones de búsqueda en zonas afectadas por terremotos. Su capacidad para desplazarse en terrenos irregulares podría cambiar cómo los robots interactúan con el entorno, especialmente donde la presencia humana conlleva riesgos importantes.
El equipo de Berkeley sigue mejorando el diseño mientras otras empresas exploran diferentes enfoques. La reciente presentación de un presentador robótico por Nothing demuestra que esta tecnología biomimética gana terreno en ámbitos cada vez más diversos de nuestra sociedad.
Los investigadores confían en que sus hallazgos no solo mejoren el rendimiento de futuros robots, sino que también proporcionen conocimientos sobre los mecanismos biológicos que permiten a las ardillas moverse con tal precisión en situaciones límite. Este cruce entre biología e ingeniería promete seguir sorprendiendo a medida que se exploran nuevas aplicaciones prácticas más allá del laboratorio.